Una de las cosas más sorprendentes que se descubren viajando -no es necesario tampoco irse demasiado lejos- es la capacidad que tenemos algunos seres humanos para conectar entre nosotros de un modo especial habiéndonos conocido hace unos pocos minutos. Edel llegaba a las 20:35, que por más retrasos finalmente fueron casi las diez de la noche, sudadera real madrid por lo que tuve que contratar un shuttle privado (Atitrans) que cuesta 30 dólares.